Tener hábitos saludables, una alimentación alta en fibra, además de aumentar la ingesta de frutas y verduras contribuye a tener un sistema inmune que nos proteja de enfermedades como el cáncer.

Hay muchos factores por las que una persona puede desarrollar cáncer por lo que es un error centrarnos sólo en un causante y descuidar otros, como por ejemplo, el factor emocional y alimentario. De acuerdo a datos entregados por Organización Mundial de la Salud (OMS), un 30% de las muertes por cáncer podrían evitarse cambiando ciertos hábitos de vida, por lo tanto, aprender a manejar el estrés para tener una buena calidad de vida, fortalecer el sistema inmune y mantener un bajo nivel de inflamación, son las mejores armas para combatir cualquier dolencia.

Mantener una nutrición adecuada puede contribuir a la prevención de algunos tipos de cáncer, como el cáncer del tracto digestivo. En este contexto, Sodexo, líder en integración de Servicios de Calidad de Vida, con la experiencia de alimentar a más de medio millón de chilenos diariamente, asumió el compromiso de promover los hábitos saludables y la actividad física con diferentes estrategias en los lugares de trabajo, a través de “Equilíbrate”, programa que se enfoca en la entrega de conocimientos, herramientas  y espacios necesarios para que los colaboradores lleven una vida balanceada y saludable, lo que conlleva a su vez un buen desempeño laboral.

 “Llevar una alimentación balanceada, además de incorporar alimentos específicos, contribuyen a mejorar el equilibrio nutricional y fortalecer el sistema inmune”, señaló Elizabeth Luna, Nutricionista Encargada de Programa de Salud y Bienestar en Sodexo Chile, quien además entrega algunos simples consejos:

  1. Reduce el consumo de carnes rojas a no más de una vez por semana. Reemplázalas por carnes blancas como pescado, pollo o pavo.
  2. Incorpora fibra a tu alimentación diaria. Elige alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, prefiere siempre los cereales integrales, pan integral, arroz integral y legumbres, por sobre los refinados como harinas blancas, productos de pastelería, gaseosas, entre otros.
  3. Evita el consumo de carnes procesadas, como salame, paté, salchichas y hamburguesas. Planifica tu alimentación y busca nuevas alternativas saludables para agregar al pan, como el tomate, la lechuga, palta o el huevo. 
  4. Consume frutas y verduras, estas son componentes importantes de una dieta saludable. Un bajo consumo de este tipo de alimentos está asociado a una mala salud y a un mayor riesgo de enfermedades no transmisibles como cardiopatías y tipos de cáncer. Se estima que en 2017 unos 3,9 millones de muertes se debieron a un consumo inadecuado de frutas y verduras, esto según datos entregados por la OMS. La recomendación es consumir más de 400 gramos al día, 5 porciones entre frutas y verduras.
  5. Mantén un peso adecuado. Algunos tipos de cáncer, especialmente el de tracto digestivo, son más frecuentes en personas obesas.
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